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Cómo hacer un terrario de suculentas

Para comenzar, vamos a definir qué es un terrario:
Es un recipiente, habitualmente acristalado, en el que se reproducen las condiciones ambientales necesarias para la vida de distintos seres.

Es necesario aclarar que cuando hablamos de terrario de suculentas hablamos de «terrario abierto». Para hacer un terrario cerrado emplearíamos otro tipo de plantas que toleran mejor la humedad y que requieren menos intensidad lumínica, como helechos, fitonias, etc. y lo trataremos en otra publicación.

Los elementos que vamos a necesitar para crear un terrario con suculentas son los siguientes:

  • Recipiente de cristal
  • Piedras para la base
  • Carbón activado
  • Musgo sphagnum
  • Plantas suculentas variadas
  • Materiales decorativos: piedras, ramas, …
  • Herramientas de trabajo: pinzas, palito de madera, pincel, …

 

Pasos para realizar nuestro terrario:

Para comenzar prepararemos el lugar de trabajo para tener a mano los útiles a emplear y retiraremos aquello que no sea necesario o nos pueda molestar. Es momento de disfrutar.
Vamos a limpiar bien con un trapo limpio y seco el recipiente de cristal donde vamos a plantar.

Colocaremos las piedras de drenaje (grava volcánica o arlita) en la base. Esto es fundamental, además de dar una función estética, permite que el agua de riego sobrante se quede en las piedras y no en el sustrato. Eso evita la pudrición de las raíces de nuestras suculentas.

A continuación, cubriremos las piedras con musgo sphagnum, que ayudará a retener el agua de riego.

El siguiente elemento es el carbón activo. Su función es principalmente fungicida, así que echaremos una fina capa antes de continuar.

Ahora es el momento del sustrato. Lo correcto es usar un sustrato indicado para cactus y suculentas. No abusar de la perlita, pues no se verá bonita en el exterior del terrario. Esta capa será más abundante, pues acogerá a nuestras suculentas.

Llega el momento más deseado: colocar nuestras plantas en el interior del terrario. Colocaremos las de mayor altura en la parte posterior o central y las más pequeñas en la parte frontal del recipiente. Tener en cuenta que todas las plantas tienen una «cara buena» y será la que pongamos con más visibilidad. Una vez colocadas en armonía, cubriremos bien de sustrato para que queden equilibradas y estables.

Para finalizar, usaremos piedras, ramas, musgo u otros elementos decorativos.

Regaremos nuestro terrario con cuidado, intentando no mojar mucho el follaje de nuestras crasas, sino el suelo. Lo haremos cuando veamos que el sustrato está completamente seco. Colocaremos en un lugar con buena iluminación natural y bien ventilado.

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